Vosotros

miércoles, 4 de julio de 2012

03* Lluvia en Liberty



En el pueblo Liberty llovía un día sí, otro día también. Mi paraguas azul llevaba todos los años del mundo encima, y mi mochila amenazaba con petar de todos los libros que llevaba.
-¿Adónde vas, Caterina?
-Cat, Robert, Cat.-dije, sin dejar de caminar.
-¿Desde cuándo me llamo Robert?-preguntó él.
-Desde que me llamaste Caterina.
-¿Adónde vas?-Rob caminaba a mi lado.
Mira que es pesado, el tío.
-¿Podrías dejar de seguirme y pegarte a mi culo a todas horas?-espeté.
-No. Está en mi naturaleza.
Me paré en seco y le miré directamente a los ojos. Me quedé sin respiración, como cada vez que miraba sus grandes ojos grises. Recuerda, es su hermano, dijo una vocecita dentro de mí.
-Voy a la biblioteca a devolver unos libros, ¿vale? ¿Feliz?-dije, al final.
-Sí.-dijo Rob, con una gran sonrisa alegre. Demasiado alegre para un pueblo lluvioso y gris como Liberty.
-Y ahora déjame en paz.-y seguí mi camino.
La verdad, es que Rob no me molestaba en absoluto. Era divertido estar alerta siempre porque podía aparecer en cualquier momento. Siempre en el menos oportuno. También era divertido encontrar pequeñas notas por todas partes como en mi libro favorito, y con frases de ese libro. A veces, era un diálogo. A veces, un poema. Pequeñas cosas, que creo que venían de él.
-¿Por qué haces siempre esto?-pregunté, girándome. Pero no vi a Rob por ninguna parte.
Llegué a la biblioteca. La McGonagall, como la llamábamos todos en el pueblo por su parecido a la profesora de Harry Potter, me miró por encima de sus gafitas.
-No me ensucie la entrada.-dijo con voz severa.
Asentí. Traté de no ensuciar nada de barro, y me dirigí a su mesa. Deposité todos los libros de mi mochila (que no eran pocos).
-Para devolver.-le dije.
La McGonagall me miró.
-¿Vas a coger algún otro libro? Y por favor, no me diga que toda la biblioteca.
-Sí.
-Pues ya sabes.
Me perdí entre la hilera de estanterías que contenían un millón de historias, personajes, muertes, vidas, lágrimas, sonrisas… Caminaba dejando que mis dedos acariciaran los lomos de los libros. Cerré los ojos. La biblioteca era mi lugar preferido de Liberty, aparte del parque. Me hubiera gustado fotografiarlo todo, pero estaba prohibido.
Mis dedos se detuvieron en un libro. Lo cogí, y leí en su portada: La Llamada del Cielo, de una tal V. I.C. Casado. 
-Buena elección-oí una voz conocida a mis espaldas.
-Hola, Rob.-dije, sin volverme.
Miré la contraportada del libro, para ver de qué iba. No ponía nada.
Miré la portada otra vez. El título estaba en cursiva, y la imagen era de dibujos en un papel de rayas de nubes, flores, y corazones rotos. El lomo era diferente. Estaba formado por una foto del cielo y de nubes, también con el título.
-¿Es éste un libro realista?-pregunté.
-No lo sé. Compruébalo tú misma.  Yo no lo he leído.-contestó.
-¿Y por qué me has dicho “buena elección”?-le miré, extrañada.
-Porque el libro te estaba llamando, y no lo has ignorado. –respondió.
Silencio. Sentí cómo la rabia crecía en mí.
-Mira, chato, estoy harta de que te andes con misterios y me sigas por todas partes. ¿Me puedes decir de una vez qué te pasa?-exploté.
Él me miró, como si no se esperara que le dijera eso.
-Yo no te estoy siguiendo. Como si no hubiera cosas más interesantes que perseguirte. ¿Piensas que mi vida es así de aburrida?-dijo, serenamente.
Me lo quedé mirando con la boca abierta. Aquello era demasiado. Levanté la mano para darle una bofetada, como la otra vez, pero él sujetó mi muñeca.
El contacto de sus dedos sobre mi piel me quemó. Intenté apartarme, pero él me cogía bien. Le miré. Al coger mi muñeca, se había acercado a mí. Estaba a tres escasos centímetros de mí. Sus ojos no se apartaban de los míos, y yo no podía apartar tampoco la mirada de la suya.
Vi el temor en sus ojos grises. No supe qué hacer. Logré empujarlo lejos de mí, y el trastabilló. Me miró otra vez.
-Tú…-oí que decía.
Abrí la boca para decir algo, pero él se giró y se fue.
Y me quedé allí, con el libro en mis manos, preguntándome qué clase de persona era Rob.

3 comentarios:

  1. Me encanta... No puedo decir más lo siento, porque ni si quiera sé describirlo... Cómo escribes chica, impresionante. Me encanta sobre todo la última parte y los diálogos es una cosa que a mi me cuesta mucho y los tuyos son interesantes. De verdad me gusta mucho.
    Un besazo:)

    ResponderEliminar
  2. diossssssssss tiaaaaaa deja un poqito de imaginacion para las demas, valeeE? jajjajaj me encnta esto "-No. Está en mi naturaleza." jjaja esq de verdad, AMO A ROB. no lo sbes, pero estoisaliendo cn robbb jejee jajajaja
    teeq

    ResponderEliminar
  3. Hola!
    Me encanta este blog, así que desde ya te sigo :)
    Te pasas por mis blogs, porfa?
    ∞ El Rincón De Los Sueños Utópicos ∞ Sollozos En Mitad Del Bosque
    Besos<3

    ResponderEliminar