En el pueblo Liberty llovía
un día sí, otro día también. Mi paraguas azul llevaba todos los años del mundo
encima, y mi mochila amenazaba con petar de todos los libros que llevaba.
-¿Adónde vas, Caterina?
-Cat, Robert, Cat.-dije,
sin dejar de caminar.
-¿Desde cuándo me llamo
Robert?-preguntó él.
-Desde que me llamaste
Caterina.
-¿Adónde vas?-Rob
caminaba a mi lado.
Mira que es pesado, el
tío.
-¿Podrías dejar de
seguirme y pegarte a mi culo a todas horas?-espeté.
-No. Está en mi
naturaleza.
Me paré en seco y le miré
directamente a los ojos. Me quedé sin respiración, como cada vez que miraba sus
grandes ojos grises. Recuerda, es su
hermano, dijo una vocecita dentro de mí.
-Voy a la biblioteca a
devolver unos libros, ¿vale? ¿Feliz?-dije, al final.
-Sí.-dijo Rob, con una
gran sonrisa alegre. Demasiado alegre para un pueblo lluvioso y gris como
Liberty.
-Y ahora déjame en paz.-y
seguí mi camino.
La verdad, es que Rob no
me molestaba en absoluto. Era divertido estar alerta siempre porque podía
aparecer en cualquier momento. Siempre en el menos oportuno. También era
divertido encontrar pequeñas notas por todas partes como en mi libro favorito,
y con frases de ese libro. A veces, era un diálogo. A veces, un poema. Pequeñas
cosas, que creo que venían de él.
-¿Por qué haces siempre
esto?-pregunté, girándome. Pero no vi a Rob por ninguna parte.
Llegué a la biblioteca.
La McGonagall, como la llamábamos todos en el pueblo por su parecido a la
profesora de Harry Potter, me miró por encima de sus gafitas.
-No me ensucie la
entrada.-dijo con voz severa.
Asentí. Traté de no
ensuciar nada de barro, y me dirigí a su mesa. Deposité todos los libros de mi
mochila (que no eran pocos).
-Para devolver.-le dije.
La McGonagall me miró.
-¿Vas a coger algún otro
libro? Y por favor, no me diga que toda la biblioteca.
-Sí.
-Pues ya sabes.
Me perdí entre la hilera
de estanterías que contenían un millón de historias, personajes, muertes, vidas,
lágrimas, sonrisas… Caminaba dejando que mis dedos acariciaran los lomos de los
libros. Cerré los ojos. La biblioteca era mi lugar preferido de Liberty, aparte
del parque. Me hubiera gustado fotografiarlo todo, pero estaba prohibido.
Mis dedos se detuvieron en
un libro. Lo cogí, y leí en su portada: La
Llamada del Cielo, de una tal V. I.C. Casado.
-Buena elección-oí una
voz conocida a mis espaldas.
-Hola, Rob.-dije, sin
volverme.
Miré la contraportada del
libro, para ver de qué iba. No ponía nada.
Miré la portada otra vez.
El título estaba en cursiva, y la imagen era de dibujos en un papel de rayas de
nubes, flores, y corazones rotos. El lomo era diferente. Estaba formado por una
foto del cielo y de nubes, también con el título.
-¿Es éste un libro
realista?-pregunté.
-No lo sé. Compruébalo tú
misma. Yo no lo he leído.-contestó.
-¿Y por qué me has dicho “buena
elección”?-le miré, extrañada.
-Porque el libro te
estaba llamando, y no lo has ignorado. –respondió.
Silencio. Sentí cómo la
rabia crecía en mí.
-Mira, chato, estoy harta
de que te andes con misterios y me sigas por todas partes. ¿Me puedes decir de
una vez qué te pasa?-exploté.
Él me miró, como si no se
esperara que le dijera eso.
-Yo no te estoy
siguiendo. Como si no hubiera cosas más interesantes que perseguirte. ¿Piensas
que mi vida es así de aburrida?-dijo, serenamente.
Me lo quedé mirando con
la boca abierta. Aquello era demasiado. Levanté la mano para darle una bofetada,
como la otra vez, pero él sujetó mi muñeca.
El contacto de sus dedos
sobre mi piel me quemó. Intenté apartarme, pero él me cogía bien. Le miré. Al
coger mi muñeca, se había acercado a mí. Estaba a tres escasos centímetros de
mí. Sus ojos no se apartaban de los míos, y yo no podía apartar tampoco la
mirada de la suya.
Vi el temor en sus ojos
grises. No supe qué hacer. Logré empujarlo lejos de mí, y el trastabilló. Me
miró otra vez.
-Tú…-oí que decía.
Abrí la boca para decir
algo, pero él se giró y se fue.
Y me quedé allí, con el
libro en mis manos, preguntándome qué clase de persona era Rob.
Me encanta... No puedo decir más lo siento, porque ni si quiera sé describirlo... Cómo escribes chica, impresionante. Me encanta sobre todo la última parte y los diálogos es una cosa que a mi me cuesta mucho y los tuyos son interesantes. De verdad me gusta mucho.
ResponderEliminarUn besazo:)
diossssssssss tiaaaaaa deja un poqito de imaginacion para las demas, valeeE? jajjajaj me encnta esto "-No. Está en mi naturaleza." jjaja esq de verdad, AMO A ROB. no lo sbes, pero estoisaliendo cn robbb jejee jajajaja
ResponderEliminarteeq
Hola!
ResponderEliminarMe encanta este blog, así que desde ya te sigo :)
Te pasas por mis blogs, porfa?
∞ El Rincón De Los Sueños Utópicos ∞ Sollozos En Mitad Del Bosque
Besos<3